Efectos de la exposición de plaguicidas: “Escasez de investigaciones y sus interesantes hallazgos”




    El uso de plaguicidas en la agricultura beneficia el rendimiento de los cultivos en un 35 a 42%. En nuestro país durante los años 1998 y el 2005 se importaron 25.600 toneladas de productos fitosanitarios (Red de Vigilancia Epidemiológica en Plaguicidas, 2007). Según Informe Balanza Comercial de Productos Silvoagropecuarios de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, durante el año 2019 se importaron en nuestro país 51.169 toneladas de plaguicidas y productos químicos, cifra que ha duplicado lo estimado por años anteriores, indicando con el pasar de los años un aumento en el consumo de plaguicidas y de forma proporcional las personas que se encuentran expuestas a tales sustancias.

    Hoy en día existen sustancias fitosanitarias causantes de deterioros cognitivos, alteraciones reproductivas, cáncer, diabetes, alteraciones neuroconductuales y del neurodesarrollo, malformaciones congénitas, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. Estudios nacionales evidenciaron aquellos niños que asisten a escuelas cercanas a predios donde se aplican agroquímicos mostraron mayor índice discapacidad intelectual. Posteriormente se confirmó la exposición a plaguicidas por órganos fosforados en escolares de zonas rurales, donde se determinaron efectos asociados a una menor velocidad de procesamiento y coeficientes intelectuales bajo lo esperado para la edad (Rev. Esp. Salud Pública, octubre 2020). Otro estudio publicado en el año 2000, estableció una incidencia de malformaciones congénitas en recién nacidos vivos en el Hospital de la ciudad de Rancagua región de O’Higgins (zona eminentemente agrícola), determinando que el 28% de los casos tenía padres con antecedentes de trabajo agrícola, mientras que en otros progenitores sin relación con la agricultura solo reportó un 15% de casos de malformaciones (Rev. Med. Chil, abril 2000).

    Los plaguicidas son productos capaces de causar efectos considerables al organismo, ya sea por exposición aguda o crónica. La Organización Mundial de la Salud estima que 2.000 millones de personas trabajan y manipulan plaguicidas en agricultura. En nuestro país el sector agrícola representa una de las actividades económicas de mayor importancia respecto a la generación de empleo, siendo aún más dependiente la población rural representando según OCDE un 25,5% de la población nacional, que a su vez es la población que conforma los niveles más altos de alfabetismo y es doblemente más pobre con respecto a la población urbana.

    Habiendo evidencias científicas sobre el daño que producen ciertas sustancias al organismo, nuestro país carece de investigaciones sobre efectos por exposición a plaguicidas, esto sin duda es una realidad, no obstante, existen instituciones que gracias a la ayuda de un grupo minoritario de universidades trabajan en proyectos de investigación vinculado con trabajadores agrícolas y entornos rurales, pero eso señores es tema para otra publicación.

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